En el té caliente, digamos, a unos 80 °C, el agua posee suficiente energía para evaporarse y formar pequeñas gotitas si éste se arroja al aire libre. Pero si el aire está a -40 °C, tal como ocurre en un día de invierno en el polo norte, el intercambio de calor es tan rápido que el agua en forma de vapor y gotitas se solidifica instantáneamente, formando hielo y un polvo blanco aún antes de empezar a caer al suelo.
El fotógrafo Michael Davies aprovechó este fenómeno para tomar unas fotografías en Ontario, Canadá, un día soleado del gélido polo norte y ¡los resultados son increíbles!

Foto: Michael Davies
En este video se puede ver que la gente viviendo en estas condiciones está muy familiarizada con el tema y se divierte con este tipo de fenómenos naturales… para pasar el invierno.
¿Qué opinas de esto?